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SANTO DOMINGO. – La vicepresidenta de la República, Raquel Peña, encabezó el acto de cierre del Foro Internacional sobre Salud Mental y Sistema Penitenciario, donde recibió la Declaración Iberoamericana sobre Salud Mental y Sistema Penitenciario, un documento que establece una hoja de ruta regional para fortalecer la atención mental y la justicia restaurativa en los centros penitenciarios.
En representación del Gobierno dominicano, Peña afirmó que la declaratoria constituye “una hoja de ruta compartida hacia un futuro donde la salud mental sea un eje central de la rehabilitación y la reinserción social”. Señaló que, bajo el liderazgo del presidente Luis Abinader, el país trabaja en transformar su sistema penitenciario mediante hechos concretos.
El documento, suscrito por especialistas de Argentina, España, Estados Unidos, Guatemala, Puerto Rico y República Dominicana, advierte que la crisis de salud mental en los centros penitenciarios constituye una emergencia de derechos humanos y de salud pública. Recomienda acciones como fortalecer el diagnóstico temprano, ampliar la atención especializada, promover la justicia restaurativa, crear unidades de salud mental, realizar censos penitenciarios y garantizar la formación continua del personal.
Peña destacó que el Gobierno relanzó en 2024 un plan plurianual de reforma penitenciaria, que contempla la eliminación progresiva de las prisiones tradicionales y el traslado de los internos a espacios más modernos y dignos. “Con ello reduciremos en un 45 % la actual sobrepoblación carcelaria, dando paso a un sistema enfocado en la rehabilitación y la atención humana”, agregó.
El foro fue coordinado por la Oficina Nacional de Evaluación y Supervisión del Sistema Penitenciario (Onaprep), junto a la Academia Regional Penitenciaria (ARP), el Prisons Forum, el Colegio Dominicano de Psicólogos (Codopsi) y la Asociación Dominicana de Profesionales de Trabajo Social (Adoptrasoc).
Al cierre del acto, la vicepresidenta enfatizó que “el verdadero progreso de una nación también se mide en su capacidad de dar segundas oportunidades. Cada paso hacia un sistema penitenciario más humano es un paso hacia una República Dominicana más justa y segura”.








