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Santo Domingo, RD – La comunidad de La Ciénaga, ubicada a orillas del río Ozama, continúa mostrando escepticismo y desconfianza sobre el funcionamiento del Interceptor 004, una embarcación de alta tecnología instalada en 2020 para combatir la contaminación por plásticos en uno de los ríos más contaminados del país. La iniciativa, impulsada por la organización Ocean Cleanup y respaldada por diversas entidades, ha sido objeto de críticas por parte de los pescadores y residentes del barrio, quienes afirman que el sistema ha tenido un impacto limitado y que su funcionamiento ha sido deficiente.
El testimonio de los pescadores: un “engaño”
Uno de los residentes más críticos es Elio Pérez, nombre ficticio para proteger su identidad, quien ha dedicado gran parte de su vida a la pesca en el río Ozama y es miembro de la Asociación de Pescadores de la Margen Occidental del Río Ozama. Pérez, al igual que otros miembros de la comunidad, considera que el Interceptor 004 no ha cumplido con su objetivo. «¡Eso es un engaño!», exclama uno de sus compañeros mientras Pérez señala la rampa donde sacan las embarcaciones. La queja principal de los pescadores es que, en los últimos dos años, el Interceptor ha sido operado en contadas ocasiones, no más de dos o tres veces, y que su uso ha sido prácticamente nulo durante el tiempo que lleva instalado.
Los pescadores también han experimentado dificultades operativas con la barda móvil instalada en el río, que cruza entre ambas márgenes. Esta barrera fue diseñada para ayudar a dirigir los residuos hacia el Interceptor, pero ha ocasionado problemas al bloquear la salida de los botes. «Cuando cierran la barrera, se forma un tapón de lilas que bloquea nuestra salida al río», comenta Pérez, quien sugiere que el Interceptor 004 debería ser reubicado unos 50 metros río arriba para no obstruir el paso de los pescadores.
La percepción de los responsables del proyecto
El proyecto Rescate Ozama, lanzado en 2019 mediante un acuerdo entre el Ministerio de la Presidencia, el PNUD y Ocean Cleanup, tiene como objetivo limpiar los ríos Ozama e Isabela de los desechos sólidos. La organización Ocean Cleanup ha indicado que, desde la instalación del Interceptor, el dispositivo ha recolectado 239 toneladas de desechos, aunque en su sitio web se habla de 270 toneladas recolectadas. A pesar de estas cifras, la operación del Interceptor ha sido percibida como insuficiente por muchos, que consideran que el impacto en la reducción de la contaminación es menor al esperado.
En respuesta a las críticas, Ocean Cleanup ha defendido su trabajo, destacando que la operación del Interceptor es silenciosa y no siempre es visible para la comunidad. Según la organización, la instalación de la barrera de 200 metros de largo, colocada en diciembre de 2022, ha mejorado la recolección de desechos, incluyendo plásticos y lilas que contienen residuos plásticos enredados.
El desafío de la percepción pública
A pesar de los esfuerzos de Ocean Cleanup para explicar los avances del proyecto, la percepción en la comunidad sigue siendo negativa. La falta de visibilidad de la operación y las dificultades prácticas que enfrentan los pescadores, como el bloqueo del paso y la insuficiencia de la profundidad en la zona de la barrera, continúan generando frustración. Elio Pérezy sus compañeros de pesca sienten que no han visto una mejora significativa en la limpieza del río, lo que ha llevado a muchos a calificar el proyecto como una promesa incumplida.
El futuro del proyecto y la necesidad de ajustes
El Interceptor 004 fue una iniciativa ambiciosa que, en su momento, se presentó como una solución innovadora para reducir la cantidad de plásticos en el río Ozama, uno de los principales cauces fluviales del país. Sin embargo, la falta de resultados visibles y la insatisfacción de los residentes de La Ciénaga plantean interrogantes sobre la efectividad real del proyecto.
Los pescadores de la zona siguen reclamando una revisión del sistema de barreras, así como la reubicación del Interceptor 004 para garantizar que no interfiera con su actividad económica. La percepción pública de los proyectos medioambientales es crucial para su éxito a largo plazo, y Rescate Ozama y Ocean Cleanuppodrían verse en la necesidad de ajustar sus estrategias para lograr una mayor aceptación en la comunidad.
Mientras tanto, la lucha contra la contaminación del río Ozama sigue siendo una prioridad, y el compromiso de mejorar la tecnología y las soluciones aplicadas será clave para enfrentar los desafíos ambientales en la región.