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El Banco Mundial ha publicado un estudio alarmante que revela que cerca del 60% de los trabajadores en República Dominicana enfrenta el riesgo de automatización en sus empleos. Este informe, titulado “Futuro del trabajo en América Central y la República Dominicana”, destaca cómo el avance tecnológico, incluyendo la maquinaria agrícola, la industrialización y la creciente implementación de inteligencia artificial (IA), está transformando los mercados laborales en la región.
El estudio subraya que la falta de competencias complementarias a la tecnología agrava la situación, señalando los bajos niveles y la calidad deficiente de la educación terciaria en la región. Sin embargo, el informe también ofrece un rayo de esperanza, sugiriendo que la automatización no debe ser vista únicamente como una amenaza, sino como una oportunidad para generar nuevos puestos de trabajo. “En entornos competitivos, la automatización puede crear empleo a medida que las reducciones de precios vinculadas a mejoras en la productividad generan una mayor demanda”, menciona el documento.
A pesar de las oportunidades que presenta la tecnología, el informe indica que la transición hacia el futuro del trabajo ha sido parcial. Aunque el trabajo remoto aumentó durante la pandemia, actualmente parece estar disminuyendo. Además, aunque el trabajo en plataformas ha crecido, este representa solo una pequeña fracción del total de empleos en algunos países.
El Banco Mundial también identifica desafíos clave para los responsables de políticas en la región, enfatizando la necesidad de equilibrar las políticas que favorecen el progreso tecnológico con aquellas que mitiguen sus efectos disruptivos. Se destacan dos prioridades esenciales: desarrollar habilidades complementarias a las nuevas tecnologías y adaptar las políticas de protección social y laboral a los nuevos arreglos laborales generados por la automatización.
El informe concluye instando a América Central y República Dominicana a aprovechar el progreso tecnológico para capitalizar las oportunidades, promoviendo el uso y difusión de tecnologías incluso en sectores tradicionales como el agrícola, y fortaleciendo el desarrollo de habilidades demandadas por el mercado laboral