La reciente propuesta de Modernización Fiscal presentada por el gobierno dominicano ha encendido alarmas en la industria de bebidas alcohólicas, que exige una revisión detallada para prevenir efectos adversos. El gobierno ha planteado dos medidas clave para incrementar la recaudación: un aumento en el impuesto específico por grado de alcohol y un incremento en la tasa Ad-Valorem.
El impuesto específico sobre el alcohol, que actualmente es de 724.12 pesos, se propondrá aumentar a 840 pesos por litro de alcohol absoluto. Este cambio tendría un impacto directo en el precio de las bebidas con mayor contenido alcohólico.
Por otro lado, se pretende aumentar la tasa Ad-Valorem del 10 % al 11 %, lo que incrementaría significativamente la carga fiscal para productores e importadores. La Asociación Dominicana de Productores de Ron (Adopron) ha expresado su rechazo a estas modificaciones, advirtiendo que podrían elevar la carga tributaria al 52 % para el ron local, afectando especialmente al segmento de productos de bajo precio.
Circe Almánzar, portavoz de Adopron, destacó que estos cambios podrían fomentar el mercado ilegal y perjudicar a los consumidores de bajos ingresos. «Cualquier aumento, como el que se plantea para el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) Específico, tendría un efecto perjudicial, especialmente sobre los consumidores menos favorecidos», aseguró. La industria espera un diálogo constructivo para abordar estas preocupaciones y mitigar posibles repercusiones negativas.