El presidente de Argentina, Javier Milei, dispuso la retirada del busto del expresidente Néstor Kirchner que estaba ubicado en la sede de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) en el microcentro porteño. La medida se produce un día después de que se anunciara la suspensión de la jubilación y pensión de privilegio a la exvicepresidenta Cristina Kirchner.
La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, fue la encargada de comunicar la decisión a través de su cuenta oficial en X (ex Twitter). «En el día de hoy, se retiró el busto del ex presidente Néstor Kirchner que se encontraba en las oficinas de ANSES de la Av. Paseo Colón», escribió Pettovello, junto a varias imágenes que muestran cómo dos operarios retiraban el busto y lo subían a la caja de una camioneta.
Este gesto se enmarca dentro de una serie de acciones que buscan marcar un contraste con el kirchnerismo. En febrero pasado, la vicepresidenta Victoria Villarruel también ordenó la remoción de otro busto, esta vez el de Néstor Kirchner, en el Senado de la Nación, generando controversia en un clima político cada vez más tenso.
El retiro de los bustos forma parte de una campaña más amplia del gobierno de Milei, que ha dejado claro su deseo de eliminar símbolos del kirchnerismo en edificios públicos, a los cuales considera como elementos de “culto a la personalidad” y de “privilegios” para una parte de la clase política.
Este tipo de decisiones ha generado reacciones divididas en la opinión pública, con sectores que lo apoyan como una medida de «deskirchnerización» y otros que lo critican como un intento de borrar la historia reciente del país. Lo que parece claro es que, bajo la presidencia de Milei, el kirchnerismo sigue siendo una referencia política y cultural que genera controversia.