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El expresidente de la República Dominicana, Hipólito Mejía, respondió este lunes a las críticas en su contra tras sus declaraciones sobre las deportaciones de haitianos, aclarando que su posición nunca ha sido en contra de la expatriación de haitianos ilegales, sino que aboga por racionalizar el uso de mano de obra extranjera en ciertos sectores, como la agricultura y la construcción.
En una entrevista en el programa radial El Sol de la Mañana, Mejía explicó que la Ley de Migración, que fue promulgada durante su gobierno, establece un marco para manejar la inmigración de manera organizada. Según el exmandatario, la República Dominicana no es la excepción en cuanto a la regulación de la migración, y recordó que el país necesita una política más racional para autorizar la entrada de trabajadores haitianos en sectores específicos.
«Lo que he dicho es que el campo y la construcción, necesitan racionalidad en la aprobación y autorización de que vengan a trabajar haitianos. Y todo lo demás que digan, es pura teoría», afirmó Mejía. De esta manera, se mostró en favor de un enfoque más ordenado y controlado en relación con el empleo de inmigrantes en trabajos que los dominicanos no están dispuestos a ocupar.
Además, el exgobernante resaltó que ni él ni su familia tienen prejuicios contra los haitianos, y recordó que, por su postura inclusiva, fue compañero de boleta del fenecido líder político Juan Bosch, un defensor de la integración regional. «Por no tener prejuicios, fui compañero de boleta de Peña Gómez», añadió, haciendo alusión al histórico líder del Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
Mejía también abordó la realidad laboral en el país, señalando que «queramos o no aceptarlo, nuestra gente no está trabajando en los campos, en ningún cultivo, en la mayoría de los casos son haitianos». En este sentido, subrayó la necesidad de que la justicia actúe frente a los «dos o tres sinvergüenzas»que operan en la frontera y en el mercado laboral, aprovechándose de la situación de los inmigrantes haitianos.
Estas declaraciones del expresidente se producen en medio de un intenso debate sobre la política migratoria de la República Dominicana, especialmente respecto a la deportación masiva de haitianos ilegales. Mientras algunos sectores defienden las deportaciones como una medida necesaria para garantizar la seguridad y el orden en el país, otros cuestionan las condiciones de los inmigrantes y abogan por un trato más humano y justo.